Nuestra última parada en Europa durante la vuelta al mundo del año pasado fue en Praga en la República Checa.
A la ciudad llegamos algo cansados porque ya traíamos casi dos meses a cuestas de andar de arriba para abajo, eso sí, muy contentos y con tremendas experiencias vividas y lugares conocidos.
Pero como mencioné, algo fatigados. Era tiempo de bajarle un poco el ritmo si no queríamos que se nos acabara el gas a medio camino. Y que mejor momento que poco antes de dar el salto al Sudeste Asiático. Sabíamos que nos esperaban jornadas con aún más ajetreo en el otro continente. Así que casi obligatoriamente, elegimos la República Checa para ello.
En Roma, antes de partir, habíamos buscado por internet un hotel en Praga que estuviera cómodo, y que tampoco estuviera tan fuera del alcance de nuestros bolsillos. Indagamos algo y elegimos uno. Tenía sus pros y sus contras, al menos de primera instancia, siendo la principal contra el que estaba algo alejado del centro de la ciudad. Pero era lo que mejor se nos acomodaba a nuestro presupuesto.
A la llegada al aeropuerto de Praga buscamos de inmediato transporte hacia nuestro destino. Recuerdo aún, que ese día caía una llovizna ligera. Tomamos el tranvía según las indicaciones en los panfletos que nos entregaron en el mostrador de información del aeropuerto. En unos 30 minutos llegamos al lugar donde nos hospedaríamos por una semana, al Hotel Iris Congress en Praga.
A primera instancia, juzgando solamente por la fachada, nos pareció bonito. La estructura se veía que era relativamente nueva, y llamaba la atención que estaba adjunta a un estadio de futbol. Entramos hacia la recepción y fuimos cordialmente recibidos. He aquí nuestros puntos de calificación para el hotel:
Lo que nos gustó de nuestra estancia (Lo Bueno)
- Instalaciones en buenas condiciones generales.
- Limpio.
- Camas muy cómodas.
- En recepción hablaban perfecto español y siempre fueron serviciales, incluyendo cuando nos imprimieron el boleto de avión cuando nos fuimos.
- Ningún cobro extraño ni fuera de lugar. Precio accesible ya que el promedio por noche de hospedaje fue de $45 dólares (de lo más barato que encontramos en Europa tomando en cuenta la calidad).
- Estaba cruzando la calle un centro comercial en el cual tenían una buena plaza de comidas variada y un supermercado bastante surtido. Además de que contaba con un estudio fotográfico que luego utilizaríamos para unas fotos para la visa de Vietnam.
- Bien ubicado en cuanto a las líneas del tranvía. A unos 100 metros pasaban dos líneas que te llevaban prácticamente a cualquier parte de Praga, incluyendo el aeropuerto y el centro histórico.
- Por si se ofrecía una comida rápida hay un McDonalds, en la parte de abajo junto al estadio. En un par de ocasiones fuimos a comernos unos postres acompañados de café, que vaya que se antojaban con el friíto que hacia.
- La recepción de wi-fi era excelente en la habitación y en cualquier parte del hotel. De la velocidad tampoco tuvimos queja alguna.
- La limpieza de la habitación se hacía a diario sin ningún inconveniente.
- Se veía que era una área segura. Aunque no conocimos mucho las inmediaciones del hotel, lo que era la parada del tranvía y el centro comercial se veía todo tranquilo.
- La habitación, aunque chica, contaba con lo necesario y era cómoda.
Lo que no nos gustó tanto (Lo Malo)
- Un poco alejado de donde se encuentra lo que uno visita, pero el fácil acceso de los tranvías hacen que eso no sea ningún problema.
- Cuando reservamos decía que el cuarto tendría tina, pero al llegar, era solo una regadera. Tampoco nada mayor, simplemente un detalle.
Lo feo
- En cuanto al hotel, nada. Lo único fue que de los 7 días que estuvimos ahí, los 7 llovió. Hubo un par de ellos que llovió bastante e incluso el Río Moldava se desbordó y causó varios daños. Pero todo bien en el hotel.
Para cerrar
Si regresáramos (cuando regresemos) a Praga, es muy probable que nos volviéramos a hospedar en ese hotel. Los puntos a favor que mencioné son suficientes para querer regresar a ese establecimiento. No es la opción más económica, ni la mejor ubicada, ni tampoco la que ofrece grandes lujos, pero con lo que a nosotros respecta, lo suficientemente buena.
Hace un año pagamos cerca de $45 dólares por noche, ahorita parece ser un poco más caro, tal vez sea por las fechas.
Si lo desea uno, se puede agregar el desayuno por unos 6 euros. Nosotros no optamos por ello pero se veía que varia gente si lo hacía.
Aquí les dejo el post de lo que se puede hacer en Praga, o que al menos nosotros hicimos.
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