Obvio sabíamos que era el Starbucks más grande del mundo el que visitaríamos esa tarde, mientras caminábamos por la Nanjing Road en Shanghai.
Sin embargo, eso no evitó nuestro asombro al verlo desde lejos. Se trataba de todo un edificio que resaltaba por su tamaño y su forma circular.
Pero lo que lo delató fue la sirena de dos colas que sobresale de la fachada en la parte alta de la entrada principal.
Por fin se puso el semáforo en verde para peatones, y corrimos para poder entrar al famoso Starbucks Reserve Roastery en Shanghai.
Desde que abres la puerta puedes ver lo amplio y bonito del lugar. Del lado derecho hay una pared literalmente tapizada con cientos de etiquetas de los exclusivos cafés Reserves de diferentes partes del mundo. Y si te alejas poquito, puedes ver que hay algunos huequitos en los que se puede leer la palabra “SHANGHAI”.
Al frente te recibe una vitrina de elegantes chocolates belgas de Neuhaus de diferentes figuras, sabores y colores. Después podrás ver una gran variedad de granos exclusivos traídos de lugares como Costa Rica, Etiopía y Tanzania, que son tostados ahí mismo.
El Starbucks más grande del mundo es como una elegante fábrica de café
Tienen espacios donde puedes ver el proceso de tostado y empaquetado del café. Al centro está una gigantesca barrica de cobre de dos pisos de alto, donde se almacenan los granos que ya han sido tostados. Dichos granos son transportados por medio de tubos que corren por los techos y paredes. Estos son parcialmente transparentes, por lo que puedes ver cómo viajan a lo largo de este increíble Starbucks.
Pero ahí no para la cosa. Realizan varios tipos de preparación del café. Hacen desde los métodos de prensa francesa, espresso y pour over; hasta los de chemex, sifón, clover y cold brew. Además, hay una barra de té Teavana en el piso de arriba. Adentro también se encuentra la panadería italiana Princi, con postres y panecitos deliciosos para acompañar tu café. En esta misma “cocina” tienen platillos como pizzas y paninis.
Cabe mencionar que el servicio es muy parecido al de un restaurante. Los cafés te los sirven en tazas de vidrio o porcelana y sobre charolas de madera. Y hay meseros que te atienden desde que entras al lugar. Te explican cómo funciona todo, y todos hablan inglés. Las órdenes las toman en tablets.
Llama la atención como se esmeran en ser amables. A diferencia de otros lugares que visitamos, principalmente en Beijing, donde los empleados o vendedores se muestran algo fríos con el cliente.
De tomar, nosotros probamos el Starbucks Reserve Christmas 2018 y un Affogato. Y de postre, nos deleitamos con una mega galleta con trozos enormes de chocolate y almendras (wow, la galleta más rica que he probado). También nos comimos una girella de pistachos y pasas que no se quedaba atrás.
Siguiendo con el tour del Starbucks más grande del mundo, te cuento que tienen un área bastante amplia con productos de la marca a la venta. Vimos una gran variedad de tazas, platos, termos, cafeteras y diferentes souvenirs con el logotipo de Starbucks Reserve, que es diferente al regular. Es un poco más elegante y sofisticado, en colores negro, blanco, dorado, plateado, cobre y rojo metálico.
La verdad es que no puedes dejar pasar la oportunidad de agregar este sitio a la lista de cosas que hacer en Shanghai. Vale muchísimo la pena. Es un concepto muy diferente a lo que se ve en cualquier Starbucks. Es toda una experiencia.
Actualización:
Cuando visitamos el de Shanghai aún era el más grande, pero en Febrero 2019 abrió el nuevo en Tokio, y tomó la batuta.
En el año 2020 abrirá la sexta locación de este tipo, la sucursal de Chicago, y esa se convertirá en la nueva tienda Starbucks más grande del mundo.
Como quiera que sea, es un sitio que recomendamos totalmente para los amantes del café, y sobre todo a los fans de esta cadena de café.
¿A poco no se te antoja conocerlo?
Por cierto, aunque en Shanghai si es más común encontrar café en establecimientos, en Beijing y otras ciudades más tradicionales, no es tan fácil comprarlo. Así que te recomendamos leer el post sobre las 10 cosas que nos hubiera gustado saber antes del viaje a China, incluyendo, claro, que no era tan sencillo encontrar esta esencial bebida.
