De la Riviera Maya nos Fuimos a Chichén

La verdad todo lo que se encuentra en la Península de Yucatán vale mucho la pena conocer. La tan promovida Riviera Maya puede que esté a la cabeza en cuanto a popularidad con el turista nacional e internacional, pero no muy lejos de ahí, en el estado que le da el nombre a la península, se encuentra un Patrimonio de la Humanidad que recomendamos visitar, el sitio arqueológico de Chichén Itzá.

Tal vez igualmente o más conocida que las Pirámides de Teotihuacán, el área de Chichén (maya) se encuentra a solo un par de horas por carretera de la Riviera Maya y el área de Cancún, así que si piensas andar por ahí, por qué no considerar visitar dichas ruinas?

Templo de Kukulcán

Mapa a Chichén

Para nosotros que estábamos situados en Puerto Morelos, y como contábamos con carro rentado, teníamos la opción de tomar la carretera 180 donde pagaríamos peaje o evitar dicha cuota e irnos hasta el sur a Tulum y de ahí tomar rumbo, aunque eso agregaría unos 40 minutos más de camino, fue la opción que tomamos para ahorrarnos unos cuantos pesos, total el carro era chico y no gastaba mucha gasolina. Al principio hay que buscar señalamientos que te lleven a la ciudad de Valladolid y después irás encontrando los que te lleven al sitio arqueológico, obviamente si vas con tour contratado, entonces no tienes que preocuparte por esto.

Una vez llegando a Chichén Itzá, en las taquillas, prepárate a pagar según si eres nacional mexicano o extranjero y a pagarlo en dos partes. En la primera sección te cobrarán lo correspondiente al estado, y cuando crees que ya estás casi dentro, alguien te dirá que ahora debes pagar la cuota federal, eso nos tomó de sorpresa y nos causó algo de disgusto por la forma en que lo hacen, en fin, ya estábamos dentro del recinto arqueológico.

Tabla de precios para Chichén

Luego de pasar por los establecimientos de souvenirs y cuanta cosa te puedas imaginar, llega uno al símbolo principal de Chichén, a la espectacular pirámide de Kukulcán. Sin importar el fuerte calor que caracteriza a todo el estado de Yucatán, uno al ver semejante edificación no tiene más remedio que apuntar inmediatamente con el lente de la cámara. Estamos seguros que más de una pose y de un ángulo será lo que te querrás llevar a tu paso por dicho templo. Sigue con el mapa que te han proveído al entrar y conoce de la historia detrás de las demás edificaciones y lugares sagrados que comprenden Chichén.

Por si no quedó muy claro en el párrafo anterior, asegúrate de llevar una sombrilla de sol o al menos una gorra o sombrero y lentes de sol cuando vayas porque en verdad, el calor es bastante insoportable, y lleva agua para beber también por supuesto.

Uno de los dos cenotes Dzitnup

Después de unas cuantas horas de recorrer la zona arqueológica, decidimos mitigar el intenso calor con otra “atracción,” por así llamarle, del área, me refiero a los cenotes. En caso que no lo sepas, es algo así como un lago subterráneo y que muchas veces se encuentra en cuevas y los hay también abiertos y semi abiertos.

Nos subimos al auto y tomamos rumbo de regreso a la ciudad de Valladolid donde, a las afueras, encontramos el “oasis” que buscábamos, el cenote Dzitnup. La entrada cuesta únicamente 32 pesos ($2.5 USD aprox) y te da derecho a disfrutar de un refrescante chapuzón por el tiempo que quieras dentro de estos lugares, considerados sagrados, y que fueron la cura perfecta para los calorones. Si tienes equipo de snorkel llévalo contigo porque tendrás la oportunidad de disfrutar de la experiencia aún más cuando veas de cerca a los pecesillos que habitan esas aguas. Si no tienes o los olvidaste, a la entrada te los rentan por $20 pesos ($1.5 USD aprox).

Entrada al Cenote

Luego de un par de horas de disfrutar de las rejuvenecedoras aguas, era tiempo de buscar al fin algo que comer, como nos encontrábamos a unos cuantos minutos de Valladolid, decidimos pasar a conocer y por supuesto a buscar un buen lugar para deleitarnos el paladar con auténtica y deliciosa comida yucateca.

Ya en Valladolid, no batallamos mucho para encontrar el lugar que buscábamos. Solo fue cuestión de recorrer la avenida principal, donde se encuentra la placita, para escoger entre los numerosos establecimientos que se especializan en gastronomía local. Disfrutamos de la tradicional cochinita pibíl y de unas ricas chuletas de cerdo (olvidé su nombre :s) que corroboraron lo que pensábamos de la comida yucateca, d-e-l-i-c-i-o-s-a.

Cochinita Pibil

Luego tomamos una breve caminata alrededor de la plaza principal para conocer algo del lugar y paseamos por algunas de las calles aledañas donde pudimos darnos cuenta que el turismo en la región está creciendo bastante, eran muchos los autobuses charter repletos de turistas que llegaban seguido al lugar.

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Luego de un día tan enriquecedor, era tiempo de regresar a nuestra “base de operaciones” para descansar y alistarnos a lo que vendría al día siguiente, nuestra #VueltaAlMundo seguía su marcha.